Amistad Orihuela  21 may 2018

Mentalidad Victimista

MENTALIDAD VICTIMISTA:

Puede ser definida como una condición en la que lo malo que le llega a uno, es percibido no como una falta o error personal, sino como algo que llega debido a la falta de otros. No hay sentido de responsabilidad personal, esperando siempre que algo malo suceda, en lo que emprendo o en lo llega a nuestra vida en lo cotidiano.

Todos estamos de acuerdo en que las malas situaciones de vida les suceden a todos, pero cómo reaccionemos a estos eventos negativos que nos ocurren, es lo que hace la diferencia, sobre nuestro estancamiento o nuestro progreso, sobre permanecer en la mentalidad victimista o liberarse de ella.

Una buena analogía de esto la podríamos expresar con la historia del cazador que acostumbraba a cazar pájaros. Volvió a casa con dos puestos en dos jaulas diferentes. Uno de los dos tenía una mentalidad victimista, mientras que el otro no. Algo malo les había sucedido a ambos pájaros, pero manejaban la situación de manera diferente. Uno entró en desesperación, mientras podía haber hecho algo diferente con sus pensamientos, se resignó esperando el día en que el cazador lo convertiría en su comida.

El otro pájaro, no se conformó, sino que comenzó a luchar. Se dijo, uno de estos días escaparé de la jaula y volaré libre y feliz de nuevo. Se visualizaba a sí mismo siendo libre y volando resplandeciente por el cielo. Después de varias semanas el cazador, en un despiste, dejó las puertas de las jaulas abiertas. Debido a su mentalidad de renuncia el primer pájaro decidió quedarse dentro de la jaula, mientras que el otro escapó raudo volando por los aires. Lo mismo nos sucede a los seres humanos, que aprendemos conductas de renuncia-abandono, que nos impiden auto realizarnos, cuando podríamos por el contrario utilizar ese revés como resorte o palanca para saltar hacia delante.

La mentalidad victimista es adicta al pensamiento negativo, al diálogo interno repetidamente lúgubre, torturante y limitante. Se auto estanca en el pensamiento de que merece eso que le llega, de su estado desvalido, haciendo sentir a los que tiene a su alrededor que tienen que cuidarlo, cuando en verdad deberíamos preocuparnos por nosotros mismos.

Una vez acostumbrados a la mentalidad victimista, se convierte en un hábito que se retroalimentará con imágenes negativas que se mantendrán en la mente a nivel subconsciente. Esta mentalidad se expresa en pensamientos, como los de que uno ha venido aquí para luchar, que uno nació para eso, que siempre nos esquivará la suerte, etc. Actuando de esta manera, limitamos nuestras posibilidades, quedando cautivos de esta mentalidad.

A pesar de ser un buen estudiante, Mark, rodeado de un entorno familiar difícil, donde la madre no mantenía ningún trabajo durante el tiempo suficiente y el padre tenía problemas con casi todo, trabajo, vida de familia, todo parecía especialmente duro para ellos. A causa de esta situación de vida en convivencia, Mark desarrolló una mentalidad victimista, interiorizando que había venido para luchar duramente en la vida, aun siendo inteligente, sacaba malas notas en el colegio, y tan sólo terminó la primaria.

Características de la Mentalidad Victimista:

Si sientes que antes de empezar comienzas abandonar, es señal de que tienes mentalidad victimista. Se espera el fracaso, dado que el resultado final de nuestros esfuerzos depende, no de nuestras acciones, sino de un destino funesto que rodea nuestra vida. Se entra en la dimensión de pérdida de control de los resultados de nuestras acciones, que no llevarán ningún fruto. El victimista se ve como un actor incompetente y fracasado, llegando a un punto de sobrecarga emocional, donde renuncia incluso a la ayuda que se puede procurar a sí mismo en esas condiciones, lo que se hace ya no importa. El pensamiento interno automatizado con imágenes ha tomado cuerpo y lo descorazona constantemente, no es la gente sino su propio discurso interno, interiorizado y asumido a nivel subconsciente, que su ego, sibilinamente le devuelve, cada vez que se presenta cualquier iniciativa de vida, o contratiempo.

Liberándose de la Mentalidad Victimista:

Este tipo de estado mental se adquiere por haber sido entrenado o educado en un ambiente que inculca esos pensamientos derrotistas.

Familia, religión, colegios, cultura ambiental, comunidad e instituciones. Tomando a la familia como ejemplo, nos encontramos en un ambiente que se supone entorno amable, cariñoso, protector, que permitirá al chico desarrollarse física, emocional, mental y espiritualmente. La familia ofrece esto normalmente, pero en una cuyo patrón interno de comportamiento esté regido por la mentalidad victimista, la querencia emocional del niño demandará afecto en lugar de amor. Desarrollará miedo al sufrimiento en lugar de compasión, en lugar de alegría desarrollará un cuestionamiento continuo sobre sus habilidades, y en lugar de sentirse competitivo desarrollará una actitud justiciera de vida.

Deshaciendo La Mentalidad Victimista:

Una de las mejores acciones a emprender cuando enfrentamos esta clase de mentalidad, es tomar responsabilidad de cada acción en nuestra vida. Si se está determinado a ello, debemos reconocer que aun cuando no podemos controlar todas las circunstancias en las que nos encontramos, estamos en plena posesión de nuestra respuesta a esas situaciones. El sentimiento de desesperanza, o de estar desvalido, no es más que una ilusión. Esto significa, que siempre hay algo que puede ser hecho en la vida con voluntad y propósito.

Debe tenerse un plan formulado de antemano, para enfrentar situaciones conflictivas de vida. Al hacer esto, la mentalidad victimista se desploma. Al adoptar una posición de tomar acción, los milagros comienzan a suceder a nuestro alrededor, ganamos confianza y comenzamos de nuevo a ser héroes y protagonistas de nuestra vida. Cuando nos percibimos como protagonistas victoriosos, fortaleza y sentido de dignidad interna vendrán en nuestra ayuda, haciéndonos sentir seguros y llenos de coraje para hacer frente a los contratiempos y reveses de la vida.

Identificar el origen de nuestra mentalidad victimista será de gran ayuda ya que podremos derrotarla más fácilmente. Además, hay que aprender a amarse uno mismo mejor, terminando con las auto acusaciones y autocríticas constantes. Implementemos el hábito de confiar en nuestras habilidades, por medio de ordenes bien dirigidas a nuestra voluntad, esto permitirá un nuevo y completo nivel de auto confianza que nos hará exitosos en todo lo que nos llegue para hacer.

Define y conoce tus valores, dándote así directrices personales a las cuales seguir con seguridad, directrices que te harán sentir en control y permitiéndote ser leal y consecuente contigo mismo.

Hazte cargo de tu vida, elimina la necesidad de compasión de parte de los otros, pelea tu propia batalla con valor y decisión, sabiendo que emergerás de la misma renovado y victorioso, venciendo la dureza del pasado y abriéndote a un futuro prometedor.

Aprende a perdonar, el abrigar internamente emociones y pensamientos negativos, fortalece la mentalidad victimista. ¿Cómo la vencemos? aprendiendo además a perdonar. No albergues sentimientos negativos hacia alguien o algo, acepta que fuiste herido y sigue adelante, no permitas que tu historia la construya el pasado, no seas víctima de tu propio pasado. Aprende a dejar ir1 aquello que te hirió, y que formó en tu interior un campo de energía negativa que continúa bloqueando la llegada de cosas buenas en todos los órdenes de la vida.

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